¡Dios te salve María!
|
![]() |
|||||
www.es.catholic.net Orden Seglar de los Carmelitas Descalzos Autor: Héctor Becerril G La Orden de Carmelitas Descalzos es una Orden en la Iglesia Católica Romana reformada por Santa Teresa de Jesús. El gran trabajo comenzó por ella misma, ella hizo el voto de hacer siempre lo más perfecto y se determinó a guardar la regla con la mayor perfección que pudiese (V 32, 9). Un grupo de monjas reunidas en su celda una tarde de septiembre en 1560, inspirándose en la primitiva tradición del Carmelo y en la reforma Descalza de San Pedro de Alcántara, propusieron la fundación de un monasterio de tipo eremítico. El Carmelita es el sucesor de los profetas como testigo de la vocación del desierto de Israel, es decir, de la Iglesia: un recuerdo que no tenemos en esta tierra una ciudad duradera y que somos peregrinos hacia la ciudad de Dios. Pero, de manera más específica, el carmelita busca, mediante su predicación y su testimonio de la vida contemplativa, no solamente llevar el mensaje evangélico a la gente en general, sino, sobre todo, y de manera especial, llevar a los demás a los caminos de oración, contemplación y soledad. El apostolado carmelita tiene, idealmente hablando, esta modalidad tan específica. Es un apostolado contemplativo orientado hacia otros potenciales contemplativos. Es un apostolado de oración interior. Es una 'escuela de profetas'. En efecto, enseña, pero lo que enseña especialmente es el camino de la vida escondida. Se puede decir que el espíritu carmelitano es esencialmente un espíritu de desierto, un ideal profético donde la Virgen María es el símbolo y fuente del espíritu interior del Carmelo. Lo que significa que a la larga, el espíritu de desierto y el ideal profético del Carmelo es comprendidos más perfectamente por quienes han entrado en la 'noche oscura' de la fe mariana. Primer Monasterio El 24 de agosto de 1562, se fundó el primer monasterio de la nueva reforma del Carmelo bajo el patrocinio de San José. Después en Duruelo, con San Juan de la Cruz y Antonio de Jesús, fundaron el primer convento de Hermanos Carmelitas Descalzos en Noviembre de 1568. La tercera expresión La tercera expresión de la Orden de los Carmelitas Descalzos no nace por decreto, es una floración de la misma Orden. La Iglesia concede a las almas selectas que desean vivamente una vida de perfección, y por circunstancias especiales no se consideran llamadas al claustro, el singular privilegio de poder agregarse al Instituto Religioso, con tal que observen una Regla más suave y fácil, sin necesidad de alejarse del mundo, ni dejar a sus parientes, ni descuidar las obligaciones que contraen al vivir en el siglo. Se llama así por su origen cronológico y por ser la tercera rama de una Orden Religiosa. La finalidad esencial, tanto para la Orden Religiosa como para la Orden Seglar, es la consecución de la perfección evangélica mediante el compromiso profesional de tender a ella en castidad pobreza y obediencia a los Superiores de la Orden y a una Regla y Constituciones o Estatutos por medio de una Promesa formal. Por lo tanto, somos una asociación de fieles que nos comprometemos a procurar la perfección evangélica en el mundo, inspirando y nutriendo nuestra vida con la espiritualidad y orientación del Carmelo; así la Orden seglar de los Carmelitas Descalzos, acoge a aquellos fieles que por especial vocación se comprometen a vivir en el mundo, en comunión fraterna, una vida evangélica impregnada del espíritu de Oración Contemplativa, tomando como modelo a la Virgen María, y animada por el celo apostólico, según el ejemplo y la Doctrina de los Santos Carmelitas. Nuestra Fraternidad está erigida canónicamente en el Templo de la Inmaculada Concepción en la ciudad de Toluca, desde el 2 de junio de 1737. ¿Que hacemos? © 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados Página 1/2
www.es.catholic.net La vocación del seglar carmelita es contemplativa, laica y apostólica. Este es el apostolado que estamos llamados a vivir en el mundo, en la comunidad de la propia familia en muchos de los casos o en un estado de vida de soltero y somos llamados a formar comunidades con otros seglares quienes tienen la misma vocación Carmelita. Esto es el apostolado que en todos los sentidos que el Concilio Vaticano II y el Papa Juan Pablo II han enfatizado en los documentos. Apostolicam Actuositatem y Chistifideles Laici. La vocación a ser Carmelita depende de el llamado personal a la santidad, la cual comienza con el ejercicio apostólico en el mundo (P. Aloysius D., OCD). Los elementos esenciales del carisma y de la espiritualidad del Carmelo Teresiano son: · Vivir en obsequio de Jesucristo, apoyándose en la imitación y el patrocinio de la santísima Virgen, cuya forma de vida constituye para el Carmelo un modelo de configuración a Cristo; ·Buscar la “misteriosa unión con Dios” por el camino de la contemplación y de la actividad apostólica indisolublemente hermanadas al servicio de la Iglesia; ·Dar una importancia particular a la oración que, alimentada con la escucha de la Palabra de Dios y la liturgia, pueda conducir al trato de amistad con Dios, no sólo cuando oramos, sino cuando vivimos. ·Nos comprometemos en esta vida de oración, que se ha de nutrir con la fe, la esperanza y sobre todo con de la caridad para vivir en la presencia y el misterio de Dios vivo;
·Penetrar de celo apostólico la oración y la vida en un clima de fraternidad humana y cristiana; ·Vivir la abnegación evangélica desde una perspectiva teologal. De este carisma y espiritualidad surge un nuevo tipo de servicio apostólico peculiar al que se debería dar prioridad: el apostolado o la pastoral de la espiritualidad. Abierto a las necesidades de la Iglesia y a los desafíos del mundo de hoy, hay que dar el primer lugar a este servicio apostólico. Esta es la forma concreta de ofrecer, en la corresponsabilidad con la vida consagrada, una colaboración más eficaz a la Iglesia a partir de nuestra identidad carmelitano-teresiana. Estamos llamados a ofrecer a las Iglesias locales y a nivel de la Iglesia universal, una colaboración específica a semejanza de la de los frailes y monjas del Carmelo Teresiano: testimoniar y transmitir las riquezas de la experiencia de Dios y de la vida de oración como apertura a la trascendencia, fuente de esperanza y de compromiso, terreno de diálogo con las confesiones cristianas y con las grandes religiones (P. Camilo Maccise, Prepósito General OCD). Si quieres conocer más acerca de la Orden Seglar de los Carmelitas Descalzos Visita su página Web © 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados Página 2/2
|
![]() |