¡Dios te salve María!
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ESCRITOS COMPLETOS DE SAN FRANCISCO DE ASÍS 27Y firmemente quiero obedecer al ministro general de esta fraternidad y al guardián que le plazca darme. 28Y del tal modo quiero estar cautivo en sus manos, que no pueda ir o hacer más allá de la obediencia y de su voluntad, porque es mi señor. 29Y aunque sea simple y esté enfermo, quiero, sin embargo, tener siempre un clérigo que me rece el oficio como se contiene en la Regla. 30Y todos los otros hermanos estén obligados a obedecer de este modo a sus guardianes y a rezar el oficio según la Regla. 31Y los que fuesen hallados que no rezaran el oficio según la Regla y quisieran variarlo de otro modo, o que no fuesen católicos, todos los hermanos, dondequiera que estén, por obediencia están obligados, dondequiera que hallaren a alguno de éstos, a presentarlo al custodio más cercano del lugar donde lo hallaren. 32Y el custodio esté firmemente obligado por obediencia a custodiarlo fuertemente día y noche como a hombre en prisión, de tal manera que no pueda ser arrebatado de sus manos, hasta que personalmente lo ponga en manos de su ministro. 33Y el ministro esté firmemente obligado por obediencia a enviarlo con algunos hermanos que día y noche lo custodien como a hombre en prisión, hasta que lo presenten ante el señor de Ostia, que es señor, protector y corrector de toda la fraternidad. 34Y no digan los hermanos: "Esta es otra Regla"; porque ésta es una recordación, amonestación, exhortación y mi testamento que yo, hermano Francisco, pequeñuelo, os hago a vosotros, mis hermanos benditos, por esto, para que guardemos más católicamente la Regla que hemos prometido al Señor. 35Y el ministro general y todos los otros ministros y custodios estén obligados por obediencia a no añadir ni quitar en estas palabras. 36Y tengan siempre este escrito consigo junto a la Regla. 37Y en todos los capítulos que hacen, cuando leen la Regla, lean también estas palabras. 38Y a todos mis hermanos, clérigos y laicos, mando firmemente por obediencia que no introduzcan glosas en la Regla ni en estas palabras diciendo: "Así han de entenderse". 39Sino que así como el Señor me dio el decir y escribir sencilla y puramente la Regla y estas palabras, así sencillamente y sin glosa las entendáis y con santas obras las guardéis hasta el fin. 40Y todo el que guarde estas cosas, en el cielo sea colmado de la bendición del altísimo Padre y en la tierra sea colmado de la bendición de su amado Hijo con el santísimo Espíritu Paráclito y con todas las virtudes de los cielos y con todos los santos. 41Y yo, hermano Francisco, pequeñuelo, vuestro siervo, os confirmo, todo cuanto puedo, por dentro y por fuera, esta santísima bendición. ------------------------------------------------------------------------ 79 ESCRITOS COMPLETOS DE SAN FRANCISCO DE ASÍS TESTAMENTO DE SIENA [TestS] 1Escribe cómo bendigo a todos mis hermanos, los que están en nuestra religión y los que vendrán a ella hasta el fin del siglo... 2Puesto que, a causa de la debilidad y dolores de la enfermedad, no tengo fuerzas para hablar, brevemente declaro a mis hermanos mi voluntad en estas tres palabras, a saber: 3que, en señal del recuerdo de mi bendición y de mi testamento, siempre se amen mutuamente, 4siempre amen y guarden la santa pobreza, nuestra señora, 5y que siempre se muestren fieles y sumisos a los prelados y todos los clérigos de la santa madre Iglesia. ------------------------------------------------------------------------ ÚLTIMA VOLUNTAD ESCRITA A SANTA CLARA [ULTVOL] 1Yo, el hermano Francisco, pequeñuelo, quiero seguir la vida y la pobreza del altísimo Señor nuestro Jesucristo y de su santísima Madre, y perseverar en ella hasta el fin; 2y os ruego, mis señoras, y os doy el consejo de que siempre viváis en esta santísima vida y pobreza. 3Y protegeos mucho, para que de ninguna manera os apartéis jamás de ella por la enseñanza o consejo de alguien. ------------------------------------------------------------------------ DE LA VERDADERA Y PERFECTA ALEGRÍA [VerAl] 1El mismo fray Leonardo refirió allí mismo que cierto día el bienaventurado Francisco, en Santa María, llamó a fray León y le dijo: «Hermano León, escribe». 2El cual respondió: «Heme aquí preparado». 3«Escribe –dijo– cuál es la verdadera alegría. 4Viene un mensajero y dice que todos los maestros de París han ingresado en la Orden. Escribe: No es la verdadera alegría. 5Y que también, todos los prelados ultramontanos, arzobispos y obispos; y que también, el rey de Francia y el rey de Inglaterra. Escribe: No es la verdadera alegría. 6También, que mis frailes se fueron a los infieles y los convirtieron a todos a la fe; también, que tengo tanta gracia de Dios que sano a los enfermos y hago muchos milagros: Te digo que en todas estas cosas no está la verdadera alegría. 7Pero ¿cuál es la verdadera alegría? 8Vuelvo de Perusa y en una noche profunda 80 ESCRITOS COMPLETOS DE SAN FRANCISCO DE ASÍS llegó acá, y es el tiempo de un invierno de lodos y tan frío, que se forman canelones del agua fría congelada en las extremidades de la túnica, y hieren continuamente las piernas, y mana sangre de tales heridas. 9Y todo envuelto en lodo y frío y hielo, llego a la puerta, y, después de haber golpeado y llamado por largo tiempo, viene el hermano y pregunta: ¿Quién es? Yo respondo: El hermano Francisco. 10Y él dice: Vete; no es hora decente de andar de camino; no entrarás. 11E insistiendo yo de nuevo, me responde: Vete, tú eres un simple y un ignorante; ya no vienes con nosotros; nosotros somos tantos y tales, que no te necesitamos. 12Y yo de nuevo estoy de pie en la puerta y digo: Por amor de Dios recogedme esta noche. 13Y él responde: No lo haré. 14Vete al lugar de los Crucíferos y pide allí. 15Te digo que si hubiere tenido paciencia y no me hubiere alterado, que en esto está la verdadera alegría y la verdadera virtud y la salvación del alma.» . ------------------------------------------------------------------------ 81 |
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